3/08/2009

poemas




DESPEDIDA

Entre mi amor y yo han de levantarse
trescientas noches como trescientas paredes
y el mar será una magia entre nosotros.

No habrá sino recuerdos.
Oh tardes merecidas por la pena,
noches esperanzadas de mirarte,
campos de mi camino, firmamento
que estoy viendo y perdiendo...
Definitiva como un mármol
entristecerá tu ausencia otras tardes.

Jorge Luis Borges


EN TI LA TIERRRA

Pequeña rosa, rosa pequeña,a veces, diminuta y desnuda,parece que en una mano mía cabes,que así voy a cercarte y a llevarte a mi boca,pero de prontomis pies tocan tus pies y mi boca tus labios,has crecidosuben tus hombros como dos colinas,tus pechos se pasean por mi pecho,mi brazo alcanza apenas a rodear la delgadalínea de luna nueva que tiene tu cintura:en el amor como agua de mar te has desatado:mido apenas los ojos más extensos del cieloy me inclino a tu boca para besar la tierra.



MARGARITA

¿Recuerdas que querías ser una Margarita
Gautier? Fijo en mi mente tu extraño rostro está
cuando cenamos juntos, en la primera cita,
en una noche alegre que nunca volverá.

Tus labios escarlata de púrpura maldita
sorbían el champaña del fino baccarat;
tus dedos deshojaban la blanca margarita,
“si…no…si…no…”, ¡y sabías que te adoraba ya! .

Después, ¡oh flor de Histeria! , llorabas y reías;
tus besos y tus lágrimas tuve en mi boca yo;
tus risas, tus fragancias, tus quejas, eran mías.

Y en una tarde triste de los más dulces días,
La Muerte, por ver si me querías,
¡como a una margarita de amor te deshojo!

Rubén Darío.

No hay comentarios:

Publicar un comentario